"Lo que trato de hacer aquí quizá no pueda hacerse con palabras. Quizá sólo pueda hacerse con música. Sin embargo, deseo tratar de hacerlo con palabras. Deseo dar al relato la arquitectura que sólo la narrativa puede proporcionarle —principio, desarrollo y desenlace—, exponer la intensa sucesión de acontecimientos con unas frases que reflejen fielmente su impacto sobre el escritor".
El duelo ante la pérdida de un ser querido es algo a lo que todos nos enfrentamos como seres humanos a lo largo de nuestra vida y cada uno lo afronta de diferente manera. Algunos requieren la ayuda psicológica de un profesional, otros se apoyan en el hombro de algún amigo o familiar, otros tantos buscan en qué mantenerse ocupados como escribir por lo que están pasando o escuchar música durante horas en busca de un consuelo efímero. Anne Rice, tomando estos dos últimos elementos como disparador para crear "Violín", ha hecho una novela llena de pasión, amor, melancolía y música con tintes paranormales, sumergiendo al lector en sus páginas desde el primer momento que posa sus ojos en ellas, no sólo por la trama que va desde la caída hasta el ascenso espiritual y el increíble estilo narrativo que la autora posee, también por la simpatía hacia los personajes. Y si hay algo que caracteriza siempre a los personajes de Anne Rice, es que todos tienen una parte de ella impresa a la vez que mantienen una personalidad única para poder simpatizar con el lector. Un ejemplo es Triana, el personaje principal de la historia quien además de mostrarnos las diferentes fases que componen un duelo, es un reflejo de cómo lo afrontan las personas, pues, cuando la Muerte se lleva a sus seres queridos ella se culpa a si misma, piensa que si hubiera hecho algo ellos aún estarían con vida e incluso se imagina en una tumba, cubriendo con sus cabellos, los esqueletos de todos los que ha perdido, al tiempo que se refugia en la música como un modo de escape donde puede soñar, sentirse libre sin dolor ni culpas. Pero también podemos apreciar su lado egoísta conforme avanza la trama y es cuando se llega a esa parte donde el lector puede ver la fuerte conexión que existe entre el personaje y la autora así como los lectores.
No obstante, aunque la trama gira, en su mayoría, en torno al dolor y a pesar de poseer unos personajes bien desarrollados, el verdadero protagonista es la música con sus hermosas composiciones mencionadas con frecuencia como lo son: Molto Vivace y concierto para violín interpretado por Isaac Stern de Beethoven; la música gaélica de violines y gaitas e incluso una ópera como lo es: Cosi Fan Tutte de Mozart, sólo por mencionar algunos. La autora al inicio de la novela indica que no es necesario para el lector conocer a los compositores, mucho menos las melodías, siendo esto cierto, ya que logra transmitir por medio de las palabras la esencia de cada una de ellas aunque por supuesto, eso no quita que al lector le de curiosidad e investigue al final de la novela las composiciones que se mencionan.
"Se me ocurrió —un gran pensamiento abstracto, incapaz de cobrar forma en esa atmósfera creada por una música bellísima, lenta y acariciadora— que el poder del violín se basaba, precisamente, en emitir un sonido más humano que el producido por los humanos, ya que hablaba de una forma que nos está vedado utilizar".
Por desgracia no todo es miel sobre hojuelas ya que es un libro lleno de redundancias. La autora pasa, casi la primera mitad del libro, describiendo cosas que ya había explicado antes como si se olvidara ya haberlo escrito o queriendo recalcar una y otra vez ciertos sentimientos en el lector. La segunda mitad es cuando empieza la acción, nos desvela el pasado tormentoso del fantasma ruso que atormenta a Triana y sus intenciones, además de la aparición de personajes célebres como Beethoven y Paganini, haciendo que la trama avance con velocidad.
Aquí hay que hacer una pausa, en la primera mitad, como ya se dijo, existe mucha redundancia sin embargo, fuera de eso, la primera parte es esencial ya que se basa en describir los problemas que aquejan a la protagonista para comprender mejor el por qué, el fantasma ruso la escogió como su siguiente víctima, así como las similitudes uno con otro durante la segunda mitad del libro.
Es un libro excelente, me ha encantado de principio a fin y fue un deleite visitar la Viena del siglo XIX así como el Brasil actual por medio de sus páginas. Pero lo que me encanto fue la música, pude escucharla al tiempo que leía, sentirla vibrar en mis oídos al ritmo de mis latidos, saborearla, abrazarla. Aunque mentiría del todo si dijera que la música fue lo único que me encanto, lo que más se quedó en mí fueron los personajes, tienen un trasfondo muy bien elaborado que es fácil empatizar con todos. Lo único que no me gusto fue la redundancia. Tenía que parar varias veces para tomar un respiro y no desesperarme, sin embargo no me arrepiento de haberlo leído.
Sin duda lo recomiendo, aunque solamente a aquellos que ya están familiarizados con el estilo de la autora, no lo recomiendo para quienes la empiezan a conocer. Considero necesario, primero empiecen por sus otras obras como: Entrevista con el vampiro, La hora del ángel o Las brujas de Mayfair ya que su estilo es muy descriptivo, nos muestra en lugar de contar y ese es un gran punto a favor, pero en esta novela ese factor puede ser contraproducente debido a la profundidad espiritual y emocional que maneja.
Ficha técnica:
Género: Paranormal.
Editorial: Zeta, bolsillo.
Año de edición: 2011
ISBN: 97884987240707
Sinopsis:
Anne Rice nos transporta en esta novela a través del tiempo, desde la Viena del siglo XIX hasta las deslumbrantes capitales modernas, relatándonos la historia de dos figuras carismáticas unidas por una apasionada entrega a la música como modo de seducción y liberación. Triana, una mujer única y fascinante, que alguna vez soñó con ser una eximia intérprete, y Stefan, el atormentado espíritu de un aristócrata ruso que comienza a perseguirla y a valerse de su violín mágico para encantarla y dominarla. Pero Triana comprende el poder de la música incluso más que Stefan, y se propone resistirse a él, al tiempo que lucha por conservar la cordura y la vida. El enfrentamiento arrastra a ambos a un aterrador reino sobrenatural donde se encuentran rodeados de recuerdos, de horrores y de verdades sobrecogedoras.
El duelo ante la pérdida de un ser querido es algo a lo que todos nos enfrentamos como seres humanos a lo largo de nuestra vida y cada uno lo afronta de diferente manera. Algunos requieren la ayuda psicológica de un profesional, otros se apoyan en el hombro de algún amigo o familiar, otros tantos buscan en qué mantenerse ocupados como escribir por lo que están pasando o escuchar música durante horas en busca de un consuelo efímero. Anne Rice, tomando estos dos últimos elementos como disparador para crear "Violín", ha hecho una novela llena de pasión, amor, melancolía y música con tintes paranormales, sumergiendo al lector en sus páginas desde el primer momento que posa sus ojos en ellas, no sólo por la trama que va desde la caída hasta el ascenso espiritual y el increíble estilo narrativo que la autora posee, también por la simpatía hacia los personajes. Y si hay algo que caracteriza siempre a los personajes de Anne Rice, es que todos tienen una parte de ella impresa a la vez que mantienen una personalidad única para poder simpatizar con el lector. Un ejemplo es Triana, el personaje principal de la historia quien además de mostrarnos las diferentes fases que componen un duelo, es un reflejo de cómo lo afrontan las personas, pues, cuando la Muerte se lleva a sus seres queridos ella se culpa a si misma, piensa que si hubiera hecho algo ellos aún estarían con vida e incluso se imagina en una tumba, cubriendo con sus cabellos, los esqueletos de todos los que ha perdido, al tiempo que se refugia en la música como un modo de escape donde puede soñar, sentirse libre sin dolor ni culpas. Pero también podemos apreciar su lado egoísta conforme avanza la trama y es cuando se llega a esa parte donde el lector puede ver la fuerte conexión que existe entre el personaje y la autora así como los lectores.
No obstante, aunque la trama gira, en su mayoría, en torno al dolor y a pesar de poseer unos personajes bien desarrollados, el verdadero protagonista es la música con sus hermosas composiciones mencionadas con frecuencia como lo son: Molto Vivace y concierto para violín interpretado por Isaac Stern de Beethoven; la música gaélica de violines y gaitas e incluso una ópera como lo es: Cosi Fan Tutte de Mozart, sólo por mencionar algunos. La autora al inicio de la novela indica que no es necesario para el lector conocer a los compositores, mucho menos las melodías, siendo esto cierto, ya que logra transmitir por medio de las palabras la esencia de cada una de ellas aunque por supuesto, eso no quita que al lector le de curiosidad e investigue al final de la novela las composiciones que se mencionan.
"Se me ocurrió —un gran pensamiento abstracto, incapaz de cobrar forma en esa atmósfera creada por una música bellísima, lenta y acariciadora— que el poder del violín se basaba, precisamente, en emitir un sonido más humano que el producido por los humanos, ya que hablaba de una forma que nos está vedado utilizar".
Por desgracia no todo es miel sobre hojuelas ya que es un libro lleno de redundancias. La autora pasa, casi la primera mitad del libro, describiendo cosas que ya había explicado antes como si se olvidara ya haberlo escrito o queriendo recalcar una y otra vez ciertos sentimientos en el lector. La segunda mitad es cuando empieza la acción, nos desvela el pasado tormentoso del fantasma ruso que atormenta a Triana y sus intenciones, además de la aparición de personajes célebres como Beethoven y Paganini, haciendo que la trama avance con velocidad.
Aquí hay que hacer una pausa, en la primera mitad, como ya se dijo, existe mucha redundancia sin embargo, fuera de eso, la primera parte es esencial ya que se basa en describir los problemas que aquejan a la protagonista para comprender mejor el por qué, el fantasma ruso la escogió como su siguiente víctima, así como las similitudes uno con otro durante la segunda mitad del libro.
Es un libro excelente, me ha encantado de principio a fin y fue un deleite visitar la Viena del siglo XIX así como el Brasil actual por medio de sus páginas. Pero lo que me encanto fue la música, pude escucharla al tiempo que leía, sentirla vibrar en mis oídos al ritmo de mis latidos, saborearla, abrazarla. Aunque mentiría del todo si dijera que la música fue lo único que me encanto, lo que más se quedó en mí fueron los personajes, tienen un trasfondo muy bien elaborado que es fácil empatizar con todos. Lo único que no me gusto fue la redundancia. Tenía que parar varias veces para tomar un respiro y no desesperarme, sin embargo no me arrepiento de haberlo leído.
Sin duda lo recomiendo, aunque solamente a aquellos que ya están familiarizados con el estilo de la autora, no lo recomiendo para quienes la empiezan a conocer. Considero necesario, primero empiecen por sus otras obras como: Entrevista con el vampiro, La hora del ángel o Las brujas de Mayfair ya que su estilo es muy descriptivo, nos muestra en lugar de contar y ese es un gran punto a favor, pero en esta novela ese factor puede ser contraproducente debido a la profundidad espiritual y emocional que maneja.
Ficha técnica:
Género: Paranormal.
Editorial: Zeta, bolsillo.
Año de edición: 2011
ISBN: 97884987240707
Sinopsis:
Anne Rice nos transporta en esta novela a través del tiempo, desde la Viena del siglo XIX hasta las deslumbrantes capitales modernas, relatándonos la historia de dos figuras carismáticas unidas por una apasionada entrega a la música como modo de seducción y liberación. Triana, una mujer única y fascinante, que alguna vez soñó con ser una eximia intérprete, y Stefan, el atormentado espíritu de un aristócrata ruso que comienza a perseguirla y a valerse de su violín mágico para encantarla y dominarla. Pero Triana comprende el poder de la música incluso más que Stefan, y se propone resistirse a él, al tiempo que lucha por conservar la cordura y la vida. El enfrentamiento arrastra a ambos a un aterrador reino sobrenatural donde se encuentran rodeados de recuerdos, de horrores y de verdades sobrecogedoras.
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